Todos los días las personas de todas las edades, nos enfrentamos a circunstancias en las que tenemos que decidir entre diferentes maneras de actuar. Algunas decisiones son fáciles de tomar.
Por ejemplo, cuando piensas de qué sabor eliges un helado, la decisión dependerá de lo que se te antoje en ese momento. Tal vez hoy prefieras de limón, mañana de chocolate y otro día de fresa.
Decisiones como estas no se interpretan un problema, ni tampoco pasa nada si un día es un sabor y luego de otro. Sin embargo a veces es difícil tomar una decisión porque esta puede ocasionar un problema.
Para elegir entre dos alternativas, de acuerdo con lo que consideras correcto o incorrecto, justo o injusto, adecuado o inadecuado, es conveniente tener en cuenta las consecuencias para ti o para los demás. Antes de decidir razonas.
La toma de decisiones puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, ya se en lo profesional, sentimental, familiar,etc.
En el transcurso, permite resolver los distintos retos a los que uno se debe hacer frente a una persona o organización.
Cualquier decisión que se tome se debe agregar un conocimiento mayor al problema que se desea superar, luego del relativo análisis es creíble entenderlo y y darle una solución optima.
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